- 2024-06-26
- Entrevistas/Reportajes
Talleres Morte: pioneros en innovación tecnológica, de producto y gestión
En 1960 Santos Morte inició su andadura en un pequeño negocio familiar dedicado a la fabricación de piezas metálicas. En 1975 Santos creó su primer taller especializado en la fabricación de moldes para la extrusión cerámica.
En la actualidad Monte cuenta con una plantilla de 30 trabajadores. Llevan trabajando exitosamente el mercado internacional desde hace más de una década contando con presencia física a través de agentes y distribuidores altamente cualificados lo que les permite dar un servicio ágil y una respuesta eficiente.
En Europa exportan a Alemania, Austria, Bielorrusia, Bélgica, Bosnia-Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Francia, Holanda, Kazajistán, Kosovo, Macedonia, Montenegro, Polonia, Portugal, República Checa, Rumanía, Rusia, Serbia, Suiza, Turquía, Ucrania. Cruzando el charco sus productos están presentes en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela. En Asia son conocidos en Arabia Saudí, China, Irak e Irán. Cuentan también con presencia en África: Angola, Argelia, Botsuana, Libia, Marruecos, Sudáfrica y Túnez.
Proactividad e inconformismo como bandera: señas de identidad de Morte
En los inicios de Morte, la fabricación de moldes se llevaba a cabo de manera artesanal, utilizando herramientas básicas como martillos, cortafríos. “Hemos ido acompañando a las fábricas de ladrillo y cerámica en su propia evolución: trabajaban con una extrusora, hacían x ladrillos al día que secaban al aire… y tenían problemas. Cuando llega la industrialización al sector se comienzan a utilizar las cámaras de secado con las que, en vez de 35 días, los ladrillos se secan en 4. Esto provoca más contracciones, roturas de ladrillo, y cambios de molde. Aumentar al doble la velocidad de extrusión multiplica por cinco el desgaste del molde por la fricción.
A la velocidad con la que se trabajaba, se pone el molde a las 8 de la mañana y a las 12:30 hay que quitarlo porque se ha desgastado. En Morte no podíamos fabricar un molde cada cuatro horas, y el cliente nos pedía más duración. En este punto, la preocupación y compromiso con el cliente que tenemos en Morte se traduce en proactividad e inconformismo en todas las áreas de la empresa, en especial en los Departamentos de I+D+i y de Producción. De esta actitud surge un proceso de investigación y búsqueda permanente de nuevos materiales, recubrimientos y soluciones que mejoren la durabilidad de los diferentes elementos del molde. Nuestro objetivo es incrementar la rentabilidad de nuestros clientes, ofreciendo productos y soluciones mejores. Hemos sido pioneros a nivel mundial en investigación de materiales y recubrimientos. Todos los años hacemos infinidad de pruebas. En el campo de los recubrimientos hemos colaborado con AIN (Asociación de la Industria Navarra), y en lo referente a los nanorecubrimientos lo hicimos con Avanzare Materials, especialista en nanopartículas.
Los materiales los hemos estudiado por el método prueba-error a lo que añadimos nuestra dilatada experiencia. Se prueba desde el más básico hasta el mejor. Comparamos el mejor contra el básico y sus respectivas duraciones. Luego analizamos el intermedio y elegimos la mejor opción para el cliente por rentabilidad, calidad y durabilidad”.
Un hito importante en esta búsqueda de soluciones innovadoras fue la adopción del metal duro en la fabricación de moldes. “Fabricamos moldes de metal duro antes de tener herramientas de dicho material. Incluso antes de contar con la primera fresadora llevábamos ya muchos años haciendo moldes de metal duro. Esto respondió a una de las primeras decisiones que tomó nuestro padre: había que conseguir que los moldes durasen más porque no teníamos capacidad para fabricar tantos moldes como se demandaba por el desgaste”.
I+D desde el inicio del proceso
Morte fabrica moldes para extrusión de ladrillos y cualquier pieza cerámica. “Diseñamos y fabricamos un molde para la extrusora en la que se introduce la arcilla, la máquina empuja y saca el ladrillo con la forma que le damos. Cada uno de nuestros moldes es un traje a medida para cada cliente porque, incluso para hacer el mismo ladrillo, en dos fábricas distintas se necesitan diferentes moldes por el tipo de material que utilizan en cada región. El diseño lo desarrollamos en Morte y ese know-how es nuestro mayor valor. El diseño busca que el molde aguante el proceso completo lo máximo posible. El molde lo prueba el cliente y si hay alguna incidencia vamos a la empresa y reparamos o corregimos lo que sea necesario, pero estas correcciones tienen que ser mínimas, especialmente si tenemos en cuenta que también enviamos moldes al extranjero.
Para ello hacemos un completo estudio previo: tipo de extrusora, tipo y composición de la arcilla, tipo de horno, tipo de secadero y, en base a todas estas variables y al tipo de ladrillo que requiere el cliente, diseñamos y elaboramos el molde.
Durante los últimos 15 años, en Morte hemos realizado numerosos proyectos de I+D+i orientados a mejorar nuestro conocimiento y experiencia. Hemos realizado multitud de análisis y test sobre todo tipo de materiales y recubrimientos, caracterizando arcillas, analizando la reología (comportamiento de los fluidos) en el proceso de extrusión. Además, hemos implementado proyectos que han conseguido mejorar nuestros procesos productivos, de cara a ser más competitivos”.
Para ello están abiertos a colaborar con clientes, proveedores, universidades, centros tecnológicos y con todo aquel que esté dispuesto a proponer líneas de investigación y desarrollo que incrementen la calidad de sus productos y servicios. “Nuestra actitud permanente se centra en cómo mejorar la calidad de los productos de nuestros clientes. Por ello, es habitual el replanteamiento de los conceptos de diseño de molde, sustitución de piezas y/o la propuesta de nuevos materiales que mejoren la eficacia y la durabilidad durante la extrusión. Esta cultura Innovadora, inmersa en nuestro ADN, nos lleva a un proceso de búsqueda continua de nuevos materiales, recubrimientos y soluciones que mejoran la durabilidad de los diferentes elementos del molde, pensando recurrentemente en la rentabilidad del cliente y en ofrecer siempre mejores productos que la competencia”.
FUENTE: IMHE
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